Infolatam
Las claves
- Leopoldo López: "Venezuela necesita que cada uno de nosotros asuma el compromiso de querer cambiar, pero ese compromiso no puede ser pasivo".
(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Leopoldo López se está convirtiendo en el hombre necesario en el momento necesario. Ha conseguidoerigirse en líder opositor, ha construido un mensaje claro y galvanizante y sus acciones y discursos han dotado al antichavismo de una mística renovada.
Se trata de un liderazgo fresco, un mensaje sencillo y directo con capacidad de arrastre y una mística ilusionante, algo de lo que carecía últimamente Henrique Capriles quien no se pudo recuperar de la derrota en las presidenciales de abril y su renuncia a salir a la calle en protesta por el presunto fraude.
Leopoldo López, el nuevo líder
La oposición antichavista estaba sumida, por lo tanto, en la depresión hasta al irrupción de Leopoldo López.
Las cuatro derrotas electorales, dos en 2012 (presidenciales y provinciales) y otras dos en 2013 (presidenciales y municipales), habían deslegitimado la vía electoral promovida por Henrique Capriles.
La situación no dejaban de ser dramática sobre todo en un año como 2014 donde no está previsto que haya ningún tipo de comicios en un país acostumbrado a pasar anualmente por las urnas.
Esto colocaba a la oposición a la defensiva y al gobierno de Nicolás Maduro con el control de la agenda política.
Esa dinámica es la que ha venido a romper López con su llamamiento a las movilizaciones.
La iniciativa política ha regresado del lado opositor que con esas marchas contra el régimen ha colocado en una difícil coyuntura al oficialismo por las muertes ocurridas y por la detención del propio Leopoldo López.
Todo ello no ha hecho sino convertirle en el líder joven, dinámico y atractivo que necesitaba una oposición y una población antichavista que consideraba que la estrategia de Capriles les había conducido directamente a un callejón sin salida.
Y de ese callejón le ha sacado López pues ha sido capaz de hacer lo que señalaba en Infolatam Miriam Kornblith, que “la oposición organizada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) expand(a) su acción política más allá del plano electoral y partidista, e inclu(ya) las diversas expresiones organizadas de descontento social y de construcción de una alternativa al régimen. Debe procurar efectivas vías no electorales y democráticas para presionar por cambios. Tiene el reto de encauzar democráticamente la exasperación de la población frente a la inseguridad ciudadana y el descalabro socioeconómico, lidiando al mismo tiempo con la oposición radical, impacientada por la lejanía temporal y el bloqueo institucional de las opciones electorales para sustituir al gobierno”.
El nuevo mensaje aglutinante
Leopoldo López, y los que con él están (María Corina Machado y Antonio Ledezma), ha logrado encontrar asimismo un lema unificador y movilizador a la vez que sencillo y atractivo para la oposición, “La Salida”.
“La Salida” entendida como el final del régimen chavista ya no por las vías electorales para lo que habría que esperar a 2016 (un teórico plebiscito destituyente) o 2019 cuando está previsto que haya elecciones presidenciales.
Conseguir la “salida” del régimen de Nicolás Maduro, en la estrategia de López, conlleva una apuesta por la movilización constante a fin de conseguir exacerbar las propias contradicciones del régimen.
Algunos analistas, como María Teresa Romero en el diario El Universal, ven que eso ya se está empezando a producir: “Es obvio que el gobierno se siente acorralado y desesperado ante una avalancha de manifestaciones que trasciende la protesta estudiantil y convoca a los diversos sectores del país, los periodistas, los empresarios, los sindicatos, los partidos, las organizaciones no gubernamentales, la iglesia Católica”.
Y concluye: “El descontento por la debacle económica y por la delincuencia desatada también ha calado en los sectores populares otrora adeptos al chavismo. Que se manifiesten en forma generalizada, es cuestión de tiempo. Sólo los más fanatizados y los delincuentes van quedando con el gobierno”.
La mística
Para conseguir que parte de una sociedad se adhiera a una lucha es necesario un liderazgo, un mensaje y también una mística.
Con su detención (una especie de sacrificio en vivo y en directo) Leopoldo López se ha convertido en un mártir y ha bautizado con esa mística a su movimiento: “Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, … valdrá la pena mi encarcelamiento infame. Me presento ante la justicia injusta, ante una justicia corrupta”.
Además, este nuevo líder no duda en empoderar al “pueblo” en la ofensiva contra el madurismo: “Hoy más que nunca la salida de este desastre al que estamos sometidos está en tus manos… Gracias Venezuela. El cambio está en cada uno de nosotros. No nos rindamos. ¡Yo no lo haré!”.
Leopoldo López: “Hoy más que nunca la salida de este desastre al que estamos sometidos está en tus manos… Gracias Venezuela. El cambio está en cada uno de nosotros. No nos rindamos. ¡Yo no lo haré!”.
Con formas y fondo muy churchillianos, el mensaje de Leopoldo López recrea esa mística augurando la victoria final no sin antes, eso sí, pasar por padecimientos, luchas y sacrificios.
“Venezuela necesita que cada uno de nosotros asuma el compromiso de querer cambiar, pero ese compromiso no puede ser pasivo. Te invito hermano, hermana, a cada uno de ustedes, que el cambio está en ti. Primero en nuestra conciencia, en no dejarnos doblegar, no dejarnos llenar de las mentiras que el Gobierno transmite a través de los medios de comunicación que controla o los que manipula a través de las cadenas, llenar de mentiras la realidad que vivimos”, asegura Leopoldo López.
Su apuesta, por el momento, está saliendo bien: la oposición ha recobrado la fe en su lucha y en su líder y ha pasado a la acción. Eso sí, la estrategia conlleva serios peligros al desatar los odios acumulados durante años en una sociedad partida y polarizada.
Fonte: www.infolatam.com